“Hay cosas que no me gustaron”: Domínguez, incómodo y sin definir su futuro en Estudiantes

El golpe de Estudiantes en la Copa Argentina dejó secuelas más allá del resultado. Tras la eliminación en 16avos de final frente a Aldosivi por penales, el entrenador Eduardo Domínguez brindó una conferencia de prensa en la que no solo reconoció el mal momento deportivo, sino que también dejó en suspenso su continuidad al frente del equipo.

"Estamos con mucha bronca. Empezamos bien el partido, presionábamos y teníamos la pelota, pero erramos dos pases y nos perdimos. Después del empate dejamos de jugar", resumió el técnico con tono autocrítico. Su equipo igualó 1-1 en los 90 minutos, pero volvió a decepcionar y quedó fuera desde los doce pasos.

Domínguez analizó también el semestre, con participación en tres frentes: "Hicimos un torneo que no fue ni bueno ni malo, una Copa Libertadores muy buena y una Copa Argentina mala", sintetizó. Sin embargo, el entrenador puso el foco más allá de lo futbolístico.

“Cuando arrancamos la doble competencia, bajamos mucho. Si hoy pasábamos, era un semestre aceptable. Pero no se pudo y hay cosas que pasaron que no me gustaron y no son claras. Cuando hay confusión, se confunde mucha gente”, lanzó, dejando entrever cierto malestar con el manejo interno del club.

Ante la consulta sobre su continuidad, fue claro: “Antes de hablar de refuerzos, tengo que hablar con Marcos [Angeleri] sobre mi continuidad. No tengo nada definido”. Luego, fue aún más directo sobre los motivos por los que podría dar un paso al costado: "Tuve tres formas de irme de un club: por malos resultados y desgaste con el grupo; porque me dicen una cosa y hacen otra; o porque tenemos ideas diferentes a futuro. Una de esas tres está pasando", remató.

El entrenador, que llegó al Pincha en 2023 y logró consolidar al equipo en la Copa Libertadores, ahora se encuentra en una encrucijada. El club deberá resolver en los próximos días si sigue apostando por su proyecto o inicia un nuevo ciclo.

Estudiantes cerró el primer semestre del 2025 sin títulos y con más incertidumbres que certezas. La posible salida de Domínguez suma tensión a un panorama ya convulsionado.