Córdoba: trasladaron un quebracho de casi 300 años pese al rechazo de vecinos y ambientalistas

Pese a los acampes, amparos judiciales y protestas ciudadanas, un ejemplar centenario de quebracho blanco fue removido este domingo para dar paso a la ampliación de una avenida. Ambientalistas denuncian que el monte nativo está en peligro y que el árbol podría no sobrevivir.

La escena fue conmovedora y tensa: una enorme grúa apoyaba con cuidado, pero sin certezas, a un quebracho blanco de casi tres siglos de vida sobre un nuevo terreno. Sucedió este domingo en Villa Allende, Córdoba, tras meses de resistencia encabezada por vecinos y ambientalistas que intentaron evitar el traslado del árbol, considerado un emblema del monte nativo y la historia de la zona.

El quebracho blanco, de aproximadamente 284 años, fue removido para dar paso a la ampliación de la avenida Padre Luchesse, una obra impulsada por la empresa Caminos de las Sierras y avalada por la intendencia local. Durante semanas, manifestantes acamparon en el lugar y presentaron recursos legales para modificar el trazado vial apenas dos metros y así salvar al ejemplar. Nada de eso fue escuchado.

“Sabíamos que íbamos por una batalla perdida, pero no nos importó. Jamás pensé que iba a llorar por un árbol”, dijo el fotógrafo y activista Guillermo Galliano, quien documentó cada etapa de la lucha. La madrugada previa al traslado incluso generó expectativas entre los defensores del quebracho: la grúa encargada del trabajo sufrió una avería y perdió litros de aceite hidráulico, lo que retrasó las tareas. Pero la reparación llegó al día siguiente y, con ella, el final de la historia.

La movida no estuvo exenta de represión: algunos vecinos se acostaron frente a las máquinas y fueron desalojados por la policía. Además, varias empresas locales rechazaron participar del operativo por razones éticas, entre ellas la firma Jorba, que publicó un comunicado negándose a intervenir.

Desde el municipio, el intendente Pablo Cornet aseguró que el traslado fue la opción menos dañina. “No había otra alternativa. Talarlos hubiese sido peor. El árbol es un símbolo, pero no representa lo que hoy quiere la gente”, afirmó. Además, negó que tuviera 300 años y aseguró que sus raíces eran “poco profundas”, aunque aún no se ha determinado su edad exacta.

El árbol fue podado y seccionado en su base para facilitar el traslado, lo que deja en duda su capacidad de adaptación al nuevo terreno. Para los defensores del monte nativo, se trató de una pérdida simbólica que refleja una problemática mayor: el avance constante sobre los ecosistemas serranos.

En 2024, Córdoba perdió más de 103.000 hectáreas de monte por incendios, según datos oficiales. “Nos siguen incendiando todo. El modelo agroganadero avanza y no queda casi nada de monte sano. Esto no es solo un árbol: es una advertencia”, dijo Galliano.

Aunque el quebracho ya no está en su lugar original, los ambientalistas aseguran que la lucha recién comienza. “Vamos a seguir. El progreso no puede seguir arrasando la naturaleza”, concluyó.