Sturzenegger pide no vetar un proyecto aprobado en el Senado para seducir a los gobernadores
En un gesto de osadía, el desregulador Federico Sturzenegger se metió sin que lo llamen en el plan que teje el Gobierno para negociar con los gobernadores. Le recomendó a Javier Milei que no vete la redistribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a las provincias.
“Si el Presidente me consulta, yo le diría (que a) esta no la vete”, lanzó el ministro durante una entrevista por un canal oficialista, en referencia a la ley que automatiza la entrega de los fondos que Nación le debe girar a las provincias y que le pone fin a la discrecionalidad que el Gobierno hace de ese reparto.
Ese proyecto y el que hace coparticipable el Impuesto a los Combustibles Líquidos son las dos iniciativas que todos los gobernadores introdujeron en el paquete de leyes que el Congreso sancionó la semana pasada y sobre el cual Milei hace pesar la espada de Damocles de su veto.
Ambos fueron parte de la presión que las provincias ejercieron sobre la administración de La Libertad Avanza (LLA) tras las promesas incumplidas de Milei, la profundización del ajuste y la falta de diálogo.
Los mandatarios provinciales acordaron ambos temas en las reuniones que mantuvieron en Buenos Aires, previas al tratamiento en el Congreso del aumento a las jubilaciones, moratoria previsional y emergencia en discapacidad, impulsados por la oposición.
“Desde la Constitución del ‘94, hay mucha discusión sobre si la coparticipación la puede cambiar el Congreso o no. En general, se dice que si esa ley se cambia, se necesitaría que cada una de las provincias lo ratifique (…) Pero el Senado acaba de validar que la Ley de Coparticipación se puede cambiar con una ley simple del Congreso”, analizó Sturzenegger en LN+.
Por eso, agregó, “si el Presidente me consulta, yo le diría ‘esta no la vete’”. En otras palabras, la jugada que el ministro de Desregulación propuso públicamente es que con la billetera de los ATN se pueda convencer a los gobernadores de que no le pongan trabas al veto presidencial que haría caer a todos los demás proyectos. O sea que, para algunas cosas, plata hay.
El motivo por el cual la Casa Rosada se apresta a reabrir el diálogo con los gobernadores tiene un objetivo: que los diputados que les responden a los oficialismos provinciales no rechacen el eventual veto al paquete de leyes que supuestamente alteraría el equilibrio fiscal.
El oficialismo necesita juntar 86 legisladores para que la oposición no logre los dos tercios que derrumbaría en el veto. Y según sugirió Sturzenegger, podría lograrlos si cede en vetar la ley de automatización de los ATN y deja a las provincias con más y nuevos fondos frescos para sanear los duros golpes que le asestó el gobierno nacional a lo largo de su año y medio de motosierra.
Por otra parte, el ajedrez que propuso el ministro de Desregulación prevé un enroque: si cambian las piezas, cambian las posiciones para su acción. Para el caso, la aprobación de la redistribución de los ATN “cambia toda la discusión del federalismo”, dijo.
En su interpretación del tablero, si el Senado cambió la ley de reparto de ATN, sacó la discrecionalidad del Gobierno pero también le abrió la puerta a una eventual variación de lo que reciben las provincias “chicas” en función de las “grandes”.
Por ejemplo “los recursos que Formosa tenía blindado y que no se podían tocar si la legislatura provincial no lo aprobaba”, ahora lo podrían modificarse desde el Congreso nacional”, ejemplificó.